«En la soberbia, la espina» es un poema escrito en 1943 por Pablo Neruda luego de visitar Colombia y recibir agravios del dirigente conservador Laureano Gómez, conocido como “El monstruo”, por sus incitaciones a la violencia política. Fue presidente de Colombia entre los años 1950 y 1953, los temibles años de la violencia bipartidista.
Un poema adecuado para despedir a un monstruo de la violencia mundial, Henry Kissinger, amigo de dictadores, impulsor de guerras e intervenciones militares, un criminal de guerra que muere sin haber sido juzgado.
En la Soberbia, la espina
Adiós Henry Kissinger,
sátrapa triste, rey advenedizo.
Adiós, emperador de cuarto piso
antes de tiempo y sin cesar pagado.
Administras las tumbas del pasado,
y hechizado, aprovechas el hechizo
en el agusanado paraíso
donde llega el soberbio fallecido.
Allí eres dios sin luz ni primavera.
Allí eres capitán de gusanera,
y en la terrible noche del arcano
el cetro de violencia que te espera
caerá podrido como polvo y cera
bajo la jerarquía del gusano.
Caballero del látigo mezquino,
excomulgado por el ser humano,
iracunda piltrafa del camino,
Oh pequeño anticristo, anticristiano.
Como tú, con el látigo en la mano,
tiembla en su tumba en España Franco el asesino
y en Alemania tu sangriento hermano
lee sobre la nieve su destino.
Quedarás como cola de tirano
en el museo de lo que no existe.
En tu pequeño parque de veneno
con tu pistola que dispara cieno.
Jaime Cedano Roldán
Bogotá, noviembre 30 de 2023
Un perfecto CRIMINAL y encima «premiado» con el Nobel de la Paz. Tamaña HIPOCRESÍA es difícil de imaginar. Salud y República.
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